Enamorate (y desenamorate, también)

Los enamorados festejan hoy su día pero ayer fue el turno de los solteros y de los infieles y el mercado de diseño de objetos tiene propuestas para todos los públicos. En los Objetos de Deseo de hoy, regalos para que salgas de los clásicos chocolates y rosas para sorprender a tu media naranja (o regalarte a vos mismo ...o a tu otra media naranja).

Image description
Justo en el corazón. Un divertido portalápiz y pisapapeles de metal pintado en acrílico tanto blanco como negro. (Disponible en The BugPlanet Store a $ 120)
Image description
Los clásicos románticos pueden innovar con estos marcos para realzar la imagen y jugar con el diseño. (Disponible en Umbra)
Image description
Claudia, un sujetallaves “enamorado” magnético. (Disponible en The BugPlanet Store a $ 140)
Image description
¿Se complementan? Amor en la mesa. (Disponible en Esperanto A Gogo)
Image description
¿Y si sorprendemos con una caja de jabones en forma de corazón en lugar de chocolates? (Disponible en The BugPlanet Store a $ 89)
Image description
Dulces sueños, enamorados. (Disponible en omnipresentes.com)
Image description
Las paredes también están de festejo. (Disponible en Umbra)
Image description
Qué oportuno: una goma de borrar para eliminar los “grandes errores”. (Disponible en tiendas de diseño y casas de artículos escolares).

Para los enamorados clásicos, las rosas y los bombones son un “must have” pero el diseño de objetos y la oferta existente en el mercado cordobés es tan amplia que podés encontrar alternativas más innovadoras a la hora de hacer un regalo.
Y no sólo eso, también hay propuestas tanto para San Valentín como para aquellos que festejaron ayer el Día Mundial del Soltero, o los más osados, que ayer celebraron el Día del Infiel. Desde marcos para fotos hasta artículos de oficina. Mirá la galería completa. 

Tu opinión enriquece este artículo:

Midory produce hasta 20.000 paquetes de hortalizas por semana (la apuesta de Sergio Guillaumet por la hidroponía en Córdoba)

(Por Juliana Pino) Cuando en 2003 la soja tocaba los 600 dólares y el campo argentino parecía vivir un momento dorado, Sergio Guillaumet tomaba una decisión contracorriente: dedicarse a producir verduras sin tierra. No tenía campo, tampoco un pasado familiar ligado al agro, sino apenas un título de Licenciado en Administración de Empresas y una idea que lo desvelaba: fundar su propia compañía.