Financial Times: los analistas insisten en que los controles de capitales funcionan

Sin embargo, advierten que principalmente compran tiempo y que a mediano y largo plazo dan resultado sólo si se usan como una oportunidad para abordar los desequilibrios macroeconómicos del país.

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Argentina estableció controles de capitales: los exportadores deben liquidar sus ingresos en dólares 5 días hábiles después del cobro y las empresas necesitarán permiso para girar al exterior utilidades o para comprar dólares, anunció el gobierno el domingo. Los residentes y no residentes pueden adquirir moneda extranjera por hasta u$s 10.000 y u$s 1000 mensuales, respectivamente.

¿Por qué lo hizo el país?

Tanto el peso como las reservas extranjeras argentinas cayeron un 20% desde que el Presidente Mauricio Macri sufrió una fuerte derrota frente a su rival peronista en las primarias, lo que convirtió a la oposición en un firme favorito para recuperar el poder en octubre.

La disminución de las reservas en moneda fuerte se aceleró desde que el miércoles Argentina anunció que buscará diferir los pagos de grandes porciones de su montaña de deuda de u$s 101.000 millones.

¿Funcionará?

En el corto plazo, probablemente sí. Esas medidas "detendrán la marea", señaló Gabriel Sterne, director deresearch macro global en Oxford Economics, porque deberían aliviar la actual escasez de divisas que tanto está pesando sobre la moneda local.

Jan Dehn, director de research en Ashmore, aseguró que la combinación de los controles de capital con las prórrogas para los pagos anunciadas la semana pasada "debería suavizar la demanda de dólares y mejorar la capacidad del gobierno de cumplir con el servicio de sus deudas". Además, como los controles no bloquean todos los flujos, el costo económico debería ser menor al que se sufrió con los controles "totales" impuestos por la ex Cristina Fernández de Kirchner desde 2011 a 2015, aseguró Dehn.

¿Qué resultado tuvieron los controles de capitales en otros lugares?

En una palabra, fue variado. Islandia, Grecia y Chipre con bastante éxito usaron controles para detener la fuga de capitales (y, en el caso de Reykjavik, para proteger su moneda) inmediatamente después de la crisis financiera global. Los controles prolongados y amplios que aplica China al flujo de dinero que ingresa y egresa del país permitieron a Beijing retener el control casi total del yuan y amasar reservas extranjeras por u$s 3,1 billones.

Sin embargo, en el caso de Nigeria algunos aseguran que el hecho de que los importadores tengan restringido el acceso a los dólares para la compra de una amplia serie de productos debilitó la actividad económica y condujo a la permanencia de tipos de cambio paralelos.

En cuanto a Argentina, Edward Glossop, economista experto en Latinoamérica en Capital Economics, afirmó que no sólo la anterior ronda de controles desde 2011 hasta 2015 no logró detener la sangría de reservas extranjeras, sino que condujeron a una crisis cambiaria y de balanza de pagos.

Como en aquel entonces las autoridades limitaron la caída del tipo de cambio nominal, incluso en un escenario de entre 15 y 20% de inflación, el peso quedó considerablemente sobrevaluado. Eso preparó el terreno para una inmensa devaluación en diciembre de 2015 y para las otras profundas caídas del año pasado y de éste.

¿Por qué los controles parecen funcionar en algunos países y en otros no?

Hay muchas formas y grados de controles de cambio. Sterne sostiene que si bien pueden estabilizar una moneda durante un período de pánico, a mediano y largo plazo funcionan sólo si se usan como una oportunidad para abordar los desequilibrios macroeconómicos subyacentes que justamente causaron el pánico.

"Islandia, China, Grecia, Chipre tienen como común denominador que las políticas macroeconómicas en general apuntaban a volver a equilibrar la economía, por lo que los controles de capitales se pudieron retirar gradualmente o no había incentivos para ponerlos a prueba", dijo Sterne.

"Pero con Argentina no sucede eso", afirmó, dado que son pocos los que esperan que los peronistas vayan a combatir la arraigada incontinencia fiscal y crónica inflación que padece Argentina. "Los controles de capitales son como una curita que no sirve a menos que se aborden los desequilibrios", agregó. "En el caso de Argentina, son una curita para un herida enorme".

"No ha duda de que los controles de capitales funcionan. Principalmente compran tiempo, pero tienen un costo, el cual tiende a crecer con el tiempo", afirmó Dehn. "Habrá gente tratando de encontrar la manera de evitar los controles, buscando vacíos legales. Esas filtraciones aumentan con el tiempo y normalmente conducen a controles más rigurosos".

Traducción: Mariana Oriolo

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