Las Ciencias Sociales con 888.896 estudiantes y las Ciencias Aplicadas con 643.243 estudiantes son las ramas del conocimiento más elegidas para estudiar. El 35% de la masa de estudiantes opta por carreras vinculadas a las Ciencias Sociales y el 25% a las Ciencias Aplicadas. Le siguen las Ciencias de la Salud con 486.222 estudiantes y las Ciencias Humanas con 473.062 estudiantes.
De acuerdo a la clasificación de disciplinas que realiza la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación (CONEAU) del Sistema Universitario Argentino las Ciencias Aplicadas integran carreras de las siguientes ramas del conocimiento: Arquitectura, Bioquímica, Biotecnología, Ciencias Agropecuarias, Ciencias de la Tierra, Ciencias Tecnológicas, Estadística, Farmacia, Ingeniería, Medio Ambiente.
Las Ciencias Sociales integran carreras de las áreas del saber vinculadas a Administración, Antropología, Contabilidad, Comunicación, Ciencia Política, Demografía, Derecho, Economía, Geografía, Relaciones Internacionales, Sociología, Relaciones Institucionales. Según las estadísticas mencionadas, las carreras que más eligen los estudiantes dentro de las Ciencias Sociales son Economía y Administración y Derecho, en las Ciencias Aplicadas son Informática e Ingeniería, en el área de las Ciencias de la Salud las Paramédicas y Auxiliares de la Salud y en el caso de las Ciencias Humanas Educación y Psicología.
En un contexto histórico vertiginoso y cambiante, los datos me ayudan a reconocer tendencias, comportamientos e intereses y resultan una foto que me permite establecer rumbos y planificaciones estratégicas hacia el corto, mediano y largo plazo en materia de diseño de planes de estudios, organización de la oferta de educación superior universitaria y de inversión público-privada para el desarrollo de los recursos humanos de la Argentina y la región. Me pregunto ¿Qué perfiles profesionales necesita el país? ¿Qué conocimientos disciplinares hacen falta en la Argentina para alcanzar un desarrollo político, económico, social y cultural significativamente cualitativo?
El Siglo XXI es un escenario dinámico que presenta desafíos y oportunidades impulsados por la constante evolución tecnológica y la creciente complejidad de los problemas globales. La preparación de las futuras generaciones para el mundo laboral resulta vital. Considero la perspectiva STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) un enfoque pedagógico y didáctico clave para impulsar la innovación, la creatividad y habilidades esenciales que demanda el incierto futuro del trabajo. Este enfoque evita compartimentar el conocimiento y separar las disciplinas en entidades aisladas. Creo que la elección de los estudiantes puede ser acompañada por una mirada amplia del saber que propicie interconexión y colaboración entre diferentes áreas del saber. La incertidumbre del mercado de trabajo actual y futuro puede ser conducida con planificación estratégica desde la política pública en conjunto con el sector privado. El posgrado y el aprendizaje a lo largo de la vida demandan una concepción innovadora de la realidad. Las soluciones a los problemas complejos requieren un enfoque holístico donde la tecnología se encuentra con la creatividad del arte, la precisión de la ingeniería y el pensamiento matemático.
¿Dónde quedan las Ciencias Sociales y las Ciencias Humanas? Desde mi punto de vista la respuesta reside en las habilidades transversales que éstas fomentan en tanto Ciencia. El enfoque STEAM fortalece el pensamiento crítico, resolución de problemas, cooperación, negociación y comunicación, alfabetización tecnológica – digital, aprendizaje continuo y experimentación.
Pienso que la perspectiva STEAM representa una oportunidad estratégica para impulsar la competitividad, innovación y desarrollo social. Considero que integrar las elecciones de los estudiantes desde este enfoque pedagógico y didáctico es articular universidad y sector productivo para invertir en el presente y futuro del país y la región.
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