La situación es crítica y para muestra vale un botón: todos los loteos de más de 10 terrenos deben ser controlados por la Secretaría de Ambiente de la Provincia. Allí, hay una sóla persona con la firma autorizada para determinar si se aprueban o no. El cuello de botella es inevitable y ya hay miles de terrenos que no consiguen su habilitación legal y sobre los que -la mayoría de las veces - igualmente se construye dada la necesidad de viviendas (y en otras ocasiones la picardía de negocios) reinante.
"Es necesario contar en la provincia con una oficina especializada en fraccionamientos y loteos e incluso hemos planteado que los trámites se hagan por zona, ofreciendo el espacio físico de nuestras ocho regionales para ello", explica Federico Marti, secretario general del Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba.
El problema es para la gente que no puede escriturar y tomar créditos o tener servicios básicos en sus lotes, y también para estos especialistas, que cobran honorarios una vez concluido el trámite.
"No queremos simplificar la tramitación sino optimizar los tiempos", reclama y aunque dice no saber cuál es la demora promedio para aprobar un loteo, asegura que hay casos que están en la exDipas desde hace al menos seis años.
¿Y los loteos que han salido en los últimos años?, preguntamos. "Hay que ver caso por caso, pero muchos son loteos viejos que ya tenían aprobación, eso se da mucho en barrios que han salido a venderse como cerrados pero en realidad no lo son; otros, salieron con la Concertación Público-Privada", acota. (GL)