Después de crecer a tasas chinas las imprentas cordobesas buscan reinventarse

Los responsables de las principales imprentas cordobesas retratadas en ¡Hay Equipo! aseguran que el rubro no pasa por su mejor momento. Después del “veranito” propio de las campañas electorales, las gráficas vuelven al ruedo bajo cambios estructurales (factura electrónica) y coyunturales (inflación, suba de costos en dólares, restricción a importaciones) con una única premisa: reinventarse para sostener el negocio.

Los últimos cinco años no fueron los mejores para el sector. Varios son los factores. Por empezar, aquellas que dedican parte de su negocio a la papelería comercial pierden ese nicho debido a la obligatoriedad de la factura electrónica. Otro es la pérdida de rentabilidad ya que muchos de los insumos son importados (la maquinaria también) y en muchos casos el cierre de la importación perjudica la dinámica propia del negocio. Por último, la inflación los golpea porque, aseguran, no puede trasladar esos costos a los precios. Pierden competitividad.
Así las cosas, ponen el ojo en la diferenciación de productos para poder sostenerse y, eventualmente, crecer.
 
"De 2004 a 2008 crecimos a tasas chinas, pero con la crisis del campo y la crisis internacional, el 2009 se amesetó. Entre 2009 y 2012 el crecimiento fue más lento. Y desde ahí hasta ahora nos ha costado competirle a la inflación. Hemos hecho una apuesta enorme en la inversión en nuevas tecnologías para aumentar nuestro portfolio de productos. Hemos incorporado una línea de encuadernación que en Córdoba nunca hubo", describe Carlos Paolucci, socio de Graficus.
 
A su turno, Natalia Heyd Murad de Gráfica Latina comparte la visión de sus colegas y asegura que la clave es revisar nichos, para actualizar propuestas y sumar: "El sector gráfico está viviendo una gran reconversión. Hay empresas muy equipadas, profesionalizadas y con mucho trabajo. Pero también hay empresas que están atravesando momentos difíciles porque los volúmenes de piezas gráficas van disminuyendo con el avance de otros sistemas de comunicación digitales o virtuales. Hoy el rubro tiene que revisar sus nichos de mercado y tratar de ampliar la gama de productos que ofrece".
 
En ese mismo sentido Adrián Musumeci asegura que las ventas aumentaron pero se achicó la rentabilidad en estos últimos cinco años. "Nuestra gran apuesta es invertir en tecnología", dice.
 
"Debido a la obligatoriedad de la facturación electrónica, nosotros perderíamos entre un 7 y 8% del trabajo, pero apostamos a la inversión de maquinaria para generar valor agregado y diferenciarnos por calidad y diseño. Una de nuestras últimas adquisiciones es una plastificadora  única en su tipo en Córdoba",  agrega Daniel Lencioni de Lencioni Industria Gráfica.
 
"Del 2003 a la fecha esta empresa fue creciendo. Nunca hemos tenido un año que haya sido menor que el anterior. Más allá de eso sufrimos lo que cualquier empresa nacional: una altísima presión fiscal; márgenes de rentabilidad con una caída notable y, lo último, un constante apalancamiento financiero porque es muy difícil conseguir créditos para este tipo de empresas", opina Gastón Ferrero, responsable de Soluciones Gráficas.

Bancor cambia las reglas del juego: ¿qué son las “tribus de productos” (y por qué el modelo ágil puede cambiar la forma de hacer banca)

En un contexto donde la velocidad de respuesta es clave, el Banco de Córdoba adoptó un modelo de gestión inspirado en las grandes tecnológicas: pequeñas “tribus” que combinan talento comercial y tecnológico para crear soluciones rápidas y centradas en el cliente. Juan Pablo Mon, director comercial de Bancor, explica cómo funciona esta transformación interna que ya empieza a verse en los servicios digitales del banco.