Cambio de aceite y filtros. Claves para la vida útil del motor

Recuerdo una conversación con un mecánico –de enorme capacidad técnica- hace poco menos de 15 años. Le preguntaba si los aceites sintéticos (novedad en aquellos tiempos) eran realmente necesarios o convenientes.
Me respondió que –sin dejar de reconocer sus mejores prestaciones- era preferible cambiar el aceite cada 5,000 km por uno mineral bueno, antes que hacerlo con sintético espaciando los intervalos de cambio.
Por las distintas fricciones del motor se generan impurezas que deben ser “barridas” por el aceite, por lo que, cambiándolo con mayor frecuencia, se logra una vida útil mayor del motor.
Sin entrar en la discusión de cual es el período ideal de reemplazo del aceite (siempre es conveniente seguir las indicaciones del fabricante), esta tarea, junto con el cambio del filtro de aire (de vital importancia), aceite y combustible constituye uno de los pilares de la buena salud del motor. Son muchos los elementos que deben cuidarse en un impulsor, pero aquellos son preponderantes.
Agregaría el refrigerante (agua destilada + líquido refrigerante), también de gran importancia.
Sí, es cierto, faltan muchos elementos: control de presión de cubiertas, cambio de correas, etc., simplemente quería resaltar la importancia del cambio de los fluídos y sus filtros, en los plazos indicados por el fabricante.

Bancor cambia las reglas del juego: ¿qué son las “tribus de productos” (y por qué el modelo ágil puede cambiar la forma de hacer banca)

En un contexto donde la velocidad de respuesta es clave, el Banco de Córdoba adoptó un modelo de gestión inspirado en las grandes tecnológicas: pequeñas “tribus” que combinan talento comercial y tecnológico para crear soluciones rápidas y centradas en el cliente. Juan Pablo Mon, director comercial de Bancor, explica cómo funciona esta transformación interna que ya empieza a verse en los servicios digitales del banco.