A medida que el gobierno avanza en la flexibilización de actividades permitidas en el marco de la cuarentena, empresas y negocios buscan cómo garantizar a empleados y clientes una vuelta a la actividad que se adapta a la tan mencionada “nueva normalidad”.
Industrias Elypson -firma especializada en máquinas utilizadas para el reciclaje de plásticos-, notó las dificultades que muchos privados enfrentan a la hora de adaptarse a los nuevos protocolos de sanitización. Con el objetivo de simplificar estos procesos (y el apoyo del Movimiento Zeven for Earth), propone al mercado local una “cámara integral de ozono”, la cual presentó oficialmente ayer.
Aunque parece sacada de una película de ciencia ficción, la función de esta máquina es bastante simple. La pequeña “antesala” desinfecta a las personas antes de ingresar a un lugar cerrado; en ese sentido está pensada para evitar el ingreso del coronavirus (y otros patógenos) a espacios con mucha circulación de gente. Esto la hace ideal para oficinas grandes, centros comerciales, hospitales, edificios públicos y más.
Rodrigo Domínguez, miembro de Elypson y uno de los impulsores de la iniciativa explica la “ciencia” detrás de este invento: “La cápsula está equipada con un ozonizador; ese aparato toma el oxígeno del aire y lo “rompe” para convertirlo en ozono e inyectarlo en la cabina”, y especifica: “Este gas es, según la OMS, el desinfectante natural más poderoso del mundo: por lo que en solo 15 segundos elimina los virus, bacterias y hongos en el interior de la máquina”.
Sobre la utilidad que las empresas pueden darle a este nuevo producto, Andrés López, miembro de Movimiento Zeven for Earth, resalta: “Si uno consigue desinfectar bien su ambiente laboral, lo único que necesita para garantizar que el virus no se propague es asegurarse que las personas que ingresen al espacio no lo traigan consigo. Para evitar que eso suceda, es que llega nuestra cápsula”.
Otras “chiches”
La cabina también incluye un control de temperatura, una pantalla inteligente y un software propio que permite operar la máquina a distancia. Con esto, los operarios pueden identificar en los usuarios síntomas del coronavirus para evitar su ingreso (y la eventual propagación del virus).
A su vez, según explica Dominguez: “Sumamos a algunos modelos un lector de códigos QR y de barra. Con estos, los dueños de la cabina pueden pedirle a quienes ingresen que escaneen su DNI y llevar un registro de todos los que circulen por el lugar”. El objetivo de esto es la creación de bases de datos de “Big Data” que, en caso de un brote, puede servir para trackear a quienes hayan estado en contacto con el portador del virus.
¿Cuánto cuesta?
El precio varía dependiendo del tamaño y la tecnología del modelo, y oscila entre $ 300.000 a $ 600.000.
La primer unidad (ver fotos) ya fue comprada por la compañía de sepelios de “Los Capuchinos”, que planea donarla al Hospital Italiano
¿Qué dice ANMAT sobre todo esto?
Días atrás la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), emitió un comunicado desestimando el uso de cabinas desinfectantes ante la falta de evidencia científica que respalde su eficacia.
Al ser consultado al respecto, Domínguez dijo estar al tanto, pero diferenció la propuesta de Elypson del resto de las del mercado: “A diferencia de las cabinas que el ANMAT desaprobó, esta no emite ni expulsa líquidos desinfectantes de ningún tipo. El nuestro es un producto superador y muy distinto a los que se refirió la entidad”.
En ese sentido, el vocero completó: “Invitamos a que el ANMAT revise también nuestro producto y apuntamos a conseguir una homologación por parte de ellos. Por el momento no contamos con esa aprobación porque somos los primeros en proponer un producto de este tipo dentro del país”.