La historia de la Ranger en el país comenzó en 1995, con la llegada de las primeras unidades importadas desde Estados Unidos, bajo el lema “Nacida Fuerte”. Con un perfil orientado al uso urbano y personal, el modelo se destacó por su alto nivel de equipamiento y diseño moderno para la época.
Un año más tarde, en 1996, Ford marcó un antes y un después al iniciar la producción nacional en la planta de Pacheco, transformando a la Ranger en una pieza clave de la industria argentina. Desde entonces, más de tres generaciones del modelo se fabricaron localmente, consolidando su pertenencia a la llamada “Raza Fuerte”.
De pionera a referente regional
En 1998, la planta de Pacheco fue protagonista de un hito: produjo en exclusiva para la región la versión Cabina Doble, convirtiéndose en una primicia mundial dentro del segmento. Ya en 1999, una unidad fabricada en Argentina fue la protagonista de una travesía de más de 70.000 kilómetros desde San Pablo hasta Alaska, cruzando América y regresando al punto de partida: un símbolo de la robustez y confiabilidad del modelo.
Con el correr de los años, la Ford Ranger continuó evolucionando. En 2005, incorporó los motores Power Stroke 3.0L con inyección electrónica Common Rail, ofreciendo una potencia inédita para el segmento de 163 CV. También fue pionera en tecnologías de conectividad y seguridad: en 2000, incluyó telefonía manos libres, y en 2008 sumó el sistema “My Connection”, que integraba Bluetooth, USB y conexión para iPod.
Un modelo que sigue marcando el camino
Hoy, la Ford Ranger 2025 continúa siendo fabricada en Pacheco, representando el compromiso de la marca con la innovación y la producción nacional. La pick-up se mantiene como una de las líderes del mercado, y este 30° aniversario es una muestra del camino recorrido, y del que aún queda por recorrer.