Starlink llegó a la Argentina y desde el día 1 supuso un furor para todos aquellos ansiosos por probar el internet satelital de Elon Musk, que promete tasas de velocidad y latencia superiores al internet vía cable.
Pero claro, algo que suele suceder cuando hay demasiados usuarios en una zona es que el internet comienza a ralentizarse para todos, un fenómeno que no escapa a las zonas que iluminan los satélites que proveen el internet, suponiendo una baja de calidad del servicio.
Pero Starlink fue un pasito más allá y se las ingenió para seguir sumando clientela sin necesidad de pausar su servicio en determinadas zonas de alta demanda: cobrar un cargo recargo por demanda.
Una medida quizá poco ortodoxa pero que les asegura que quien realmente contrate el servicio es un usuario que por gusto o necesidad quiera los servicios de Starlink. Eso sí, el recargo no es nada barato: $ 1.180.000 a agosto de 2025, el cuádruple del costo que sale el kit estándar de starlink y decenas de veces más caro incluso que el servicio mensual, que ronda unos $ 56.100.
Cabe remarcar que esta “multa” o “acceso prioritario” que te cobra Starlink es un único pago, por lo que solo se paga al contratar el servicio y cuenta con devolución en caso de no superar los 30 días de contratación.