Lo que comenzó como un proyecto de producción artesanal dentro del local B-Fresh hoy se consolida como una empresa en pleno crecimiento. Con apenas año y medio de operación en su planta de producción, Martín Ferraro, su fundador, busca posicionar a Célula como un referente en alimentos keto.
Célula Cocina nació de forma orgánica, cuando las cookies y panes que elaboraban exclusivamente para abastecer a B-Fresh (Café saludable de los hermanos Ferraro, Martín y Clara) comenzaron a ganar demanda propia. “ La demanda se fue potenciando, llegando al punto que decidimos crear este tipo de productos, pero fraccionado y empaquetado“, cuenta Ferraro.
Así nació un nueva unidad de negocio. A principios del 2024, comienzan a producir en su planta de elaboración, certificada libre de gluten.
Todos sus productos están completamente pensados desde la nutrición, pero sin perder el sabor: El 100% de los productos son sin Tacc, y sin azúcar. Son apto celíacos y diabéticos (gracias a su endulzante natural, eritritol, y que tiene un bajo índice glucémico) y prontamente todos también serán Keto.
Actualmente, el 85% del portfolio de Célula es keto —sin gluten, sin azúcar y bajo en carbohidratos—, y la empresa trabaja en la reconversión de los productos restantes para alcanzar el 100% antes de fin de año. “Nuestro objetivo es claro: queremos que cuando alguien piense en Célula, piense en keto sin dudarlo. Es trabajar en el proceso de reconocimiento de la marca del consumidor ”, comenta Martín Ferraro.
Los productos cuya receta no es posible versionar a keto serán descontinuados y reemplazados por uno similar. Como lo son las cookies de avellana, estrellas de la marca, las cuales se convertirán en trufas de avellana (pronto lanzamiento).
Otros lanzamientos, que se aproximan son un brownie de chocolate (para dentro de un mes) y crackers proteicas de queso.
La planta de Chacabuco, donde hoy trabajan 25 personas, produce alrededor de 40.000 kilos de cookies al mes. Aunque también producen panes y granola. Con la incorporación de nuevas máquinas importadas desde China, esperan quintuplicar esa capacidad y así poder abastecer a nuevos mercados.
Son cinco las máquinas adquiridas, una envasadora para la línea de cookies, otra para la línea de panes, una línea de producción completa que va a estar destinada para el brownie y las trufas.
Uno de los hitos más recientes en su camino de crecimiento, es la alianza con Le Pain Quotidien, la cadena de panaderías y cafeterías. Las cookies keto (Choco, Citric, Pepas de dulce de leche) y el pan keto de Célula ya se comercializan en todas las sucursales de la marca, en Buenos Aires, Mendoza, Tucuman y Córdoba (Cortaza Mall, La Calera). También tienen presencia en Rosario y Neuquén mediante dietéticas que distribuyen sus productos (el resto del país puede adquirir sus productos mediante su página web). Según sus estimaciones, Célula proyecta el cierre de 2025 con ingresos facturados por US$ 1,5 millones.
Aunque la alimentación keto no es ninguna novedad, en Argentina es una industria en pleno desarrollo, donde Célula Cocina tiene la mirada puesta en la innovación, la calidad.