Aquel episodio, que hoy forma parte de la narrativa de la ficción, marcó un antes y un después. Menem, al volante de un superdeportivo italiano de color rojo intenso, recorrió más de 400 kilómetros entre la residencia presidencial y la costa atlántica en apenas tres horas y media. Al llegar, cámaras y micrófonos lo rodearon para preguntarle no solo sobre sus vacaciones, sino también sobre temas centrales como la economía y el valor del dólar. La imagen se volvió parte del imaginario colectivo argentino.
Ferrari 348 TB: la máquina de los noventa
Contrario a lo que muchos creyeron durante años —que se trataba de una Testarossa—, el modelo real era una Ferrari 348 TB, lanzada al mercado en 1989, el mismo año en que Menem asumió la presidencia. Equipada con un motor V8 de 3.4 litros, 32 válvulas y 300 caballos de potencia, la 348 TB aceleraba de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 275 km/h. Con faros retráctiles y líneas angulosas, representaba lo último en diseño y tecnología deportiva de fines de los ochenta.