“Nace de la búsqueda de hacer algo desde el disfrute”, cuenta Virginia. “Toda mi vida tuve animales, pasé por un montón de cosas con los míos y con los de familiares y amigos. Un día me di cuenta de que ya lo hacía de manera informal: los ayudaba con traslados al veterinario o a la guardería. Así que decidí darle forma profesional al servicio”.
Y así fue. Después de meses de planificación, inversión y asesoramiento veterinario, el 30 de julio lanzó oficialmente Pet Móvil, que hoy ya suma decenas de viajes realizados y una comunidad creciente de seguidores en redes.
Un servicio pensado desde el amor (y los detalles)
La propuesta de Pet Móvil se diferencia por ofrecer viajes individuales, sin mezclar animales de distintos hogares. “Cada traslado es exclusivo. No llevo varias mascotas juntas, porque mi idea es que cada una tenga su propia experiencia tranquila y relajada. Lo planteo desde cómo me gustaría a mí que trasladaran a mis propias mascotas”, explica.
Su vehículo, una Renault Kangoo adaptada especialmente para mascotas, es su gran aliada. “Invertí en una camioneta cómoda, versátil y equipada. Está pensada para distintas situaciones: tengo cinturones especiales, caniles, fundas desmontables, guantes, toallitas, todo lo necesario para garantizar higiene, seguridad y bienestar. Hasta consulté con mi veterinario qué productos usar para desinfectar correctamente”, comenta Virginia.
Los viajes más frecuentes son a veterinarias, guarderías y peluquerías, aunque también realiza traslados entre domicilios o a localidades cercanas. “Empecé cubriendo Córdoba capital y alrededores, pero también realicé viajes a La Falda o localidades más lejanas, si la disponibilidad y el presupuesto cierran para ambas partes”, cuenta.
El lado humano (y familiar) de un proyecto en crecimiento
Detrás de Pet Móvil no está sola: su familia es parte esencial. “Mi hija me ayuda con las redes, mi hijo me armó la web y mi marido me acompañó con la inversión. Es un emprendimiento familiar en el sentido más literal”, resalta Virginia.
El enfoque humano no es solo un eslogan, sino el corazón del negocio. “A veces los tutores suben nerviosos, pidiendo perdón por los pelos o por si el perro se mueve mucho. Yo les digo: relajen, el vehículo está pensado para esto. Mi cliente es la mascota, y todo lo que hago está orientado a su bienestar y al de su tutor”, afirma.
Un mercado que crece junto con los “perrhijos” y “gatijos”
Virginia reconoce que su emprendimiento también responde a una tendencia social más amplia: “Hay una generación que está postergando la paternidad y eligiendo tener mascotas como hijos. Ese cambio cultural amplía muchísimo el mercado para este tipo de servicios. Por eso, cuando analicé la viabilidad del proyecto, vi que había una oportunidad real”.
El objetivo a futuro es consolidar alianzas con veterinarias y guarderías para seguir creciendo, sin perder el espíritu inicial. “Mi expectativa es poder ampliar la flota algún día, pero sin dejar de lado lo humano. Quiero que cada viaje siga siendo una experiencia de confianza y tranquilidad para los tutores, y de bienestar para los peludos”, concluye.
¿Cómo contratar el servicio?
Pet Móvil ofrece atención personalizada a través de WhatsApp y redes sociales. Las reservas se realizan de manera anticipada y pueden coordinarse traslados puntuales o recorridos frecuentes.