La única competencia que no te cuenta Bonadeo en TyC Sports: la loca carrera por los Pin en Río 2016

(Por Mario Gerlo Sánchez – Corresponsal en los JJ.OO.) En cada evento de envergadura, pero sobre todos en los Juegos Olímpicos (y Paralímpicos) hay una tradición que hace enloquecer a atletas, trabajadores, voluntarios, espectadores y fanáticos: los pines. Coca-Cola creó 98 modelos que se cotizan… ¡cómo la última Coca-Cola del desierto!

No es un juego de niños: hombres, mujeres, atletas famosos… para muchos los pin son lo más buscado durante los juegos. Sirven como recuerdo, souvenir y hasta como elemento de acercamiento para comenzar relaciones.

Al ser un prendedor pequeño, que se puede diseñar e identificar con la cita olímpica, se genera un furor entre las personas para coleccionarlos. Formas de conseguirlos hay muchas: la que más se usa es el intercambio de un pin por otro, aunque también hay quienes los regalan por alguna atención. Los hay de todo tipo: patrocinadores, medios de comunicación, comités olímpicos de los países, banderas de países, etc.

Tan así es el furor que en muchos estudios de televisión en el MPC/IBC ya pusieron carteles que no tienen más pines y así evitar los numerosos pedidos de la gente.

Ayudando al furor, la existencia de pines nuevos por los JJ.OO. hace que coleccionistas de todas partes del mundo se lleguen a los ingresos de los estadios para intercambiarlos.

Como patrocinador oficial, Coca-Cola posee el único "Pin Trading Centre" dentro del parque olímpico para reunir a los coleccionadores.

Para esta edición, la marca creó 98 modelos diferentes que representan la cultura y energía de Río de Janeiro y de los Juegos Olímpicos, y diariamente lanza el "Pin del Día" en una ceremonia en dicho espacio.

Divididos en categorías como "Elementos de Rio", "Música" o "Deportes", el valor de un pin ronda entre los R$25 y R$30 (entre $ 120 y $ 140), mientras que el llamado "Pin del día" cuesta entre R$35 y R$50 (hasta $ 230), un negocio muy rentable si lo multiplicamos por las 170.000 unidades que se estiman vender en esta edición Río 2016.

Más curiosidades sobre los pines (lo cuenta Coca-Cola)
• Es una pieza metálica con inscripciones o ilustraciones. Su surgimiento está ligado al broche, aquel accesorio de metal o piedras usado como joya o sujetador.

• El primer registro de un pin olímpico se remite a los Juegos Atenas 1896. Hechos de cartón, fueron utilizados para identificar a los atletas, funcionarios y periodistas.

• En París 1900 aparecieron los primeros pines de metal, usados exclusivamente por jueces, y en Londres 1908 fueron entregados por primera vez a los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI).

• Fue en 1912, en Estocolmo, que se concedió la primera licencia para la producción y venta de pines. El dinero fue destinado a caridad.

• La edición de los Juegos París 1924 estuvo marcada por el inicio del canje de pines entre atletas, funcionarios y coleccionistas como símbolo de amistad internacional a través del deporte.

• En Los Ángeles 1928 apareció el primer pin de un patrocinador olímpico.

• El intercambio de pines también llegó a los Juegos Olímpicos de Invierno y, en 1980, en su edición en Lake Placid, Nueva York, se convirtió en una fiebre. Por primera vez, espectadores y coleccionistas se reunieron con el objetivo de conmemorar los Juegos a través del canje de los prendedores. Se puso de moda que los espectadores usaran los pines en sus gorras y sombreros.

• Para los Juegos Los Ángeles 1984 fueron creados cerca de 1.300 modelos diferentes y 17 millones de unidades fueron vendidas.

• También Los Ángeles 1984 tuvo el primer centro de canje de pines, atrayendo a 10.000 personas por día.

• En 1988, el COI reconoció oficialmente a los pines como recuerdos de Juegos Olímpicos.

Coca-Cola participó de la manía por los pines apoyando los canjes, y atrayendo a jóvenes y coleccionistas de todas partes del mundo a un mismo espacio, el pin trade center.

• El primer centro oficial de canje de Coca-Cola nació en 1988 en los Juegos de Invierno de Calgary. Atrajo a cerca de 17.000 visitantes por día. En esa edición, siete millones de pines fueron vendidos.

•En los Juegos Olímpicos Barcelona 1992, más de 500.000 personas pasaron por el espacio de Coca-Cola dedicada al intercambio y más de 2 millones de prendedores fueron canjeados.

• En Atlanta 1996, en el centenario Olímpico, 63 millones de pines fueron vendidos, mientras que los canjes alcanzaron las 30 millones de piezas.

• En Sídney 2000 fueron fabricados 3.500 modelos diferentes y las ventas alcanzaron los 65 millones de dólares.

• Normalmente, el canje de los pines es de uno por uno, pero algún modelo raro o exclusivo puede llegar a valer 10 o hasta más.

• Los pines más raros son las ediciones especiales de los Comités Olímpicos Nacionales y pueden llegar a costar 2.000 dólares o más por pieza.

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